lunes, 9 de abril de 2012

El generalote bolivariano


Si no fuera por el drama que están viviendo millones de ciudadanos sirios desde que iniciaron la rebelión contra el tirano Bashar al Asad, las palabras del generalote bolivariano sobre las supuestas reformas iniciadas por el Gobierno de Siria merecerían formar parte de un monólogo de humor de Luis Piedrahíta. Pero resultan repugnantes. Afirmar que el hijo de otro ilustre asesino, Hafez al Asad, ha emprendido cambios y que detrás de todo lo que sucede en ese país está la mano demoniaca de Estados Unidos es vivir fuera de la realidad o ser un cínico o un dictador de igual pelaje. Y más después de que el ejército sirio haya masacrado en los últimos meses a miles de personas y destruído ciudades con el único fin de mantener en el poder a otro vástago más de esta saga de criminales.

Quizás merezca otra entrada la actitud de la comunidad internacional en este tiempo, en el que ha mirado para otro lado cuando un pueblo se levantaba en armas contra la tiranía, alentado por una primavera que sí encontró respuestas en otros lugares. ¿O hace falta recordar la intervención militar en Libia?