viernes, 25 de marzo de 2011

Y ahora, ¿qué?

Ahora que se ha escarmentado al sátrapa libio, pero que está claro que lo de ponerlo de patitas en la calle no está dentro de las previsiones de la coalición que el aprendiz de Napoleón lidera, ¿qué? Ahora que Bashar al Asad ordena a sus tropas que siembren las calles de Damasco, Deraa y otras ciudades sirias de muertos, ¿qué? Ahora que el dictador yemení  Ali Abdalá Saleh hace oídos sordos a un pueblo que lleva meses clamando libertad, ¿qué? Ahora que la Plaza de la Perla de Manama (Bahrein) es un solar vacío en el que no resuenan ya ni los ecos de las protestas ciudadanas, ¿qué? Ahora que también Jordania se suma a la lista de países en que el pueblo reclama democracia y reformas sociales y politicas, ¿qué? Ahora que el mero anuncio de cambios en Marruecos es recibido como si ya se hubiera producido una transformación, ¿qué? Ahora que Mohamed Bouazizi es el nombre casi olvidado de alguien que quizá nunca creyó que con un gesto suicida provocaría una ola de revueltas en el mundo árabe, ¿qué? Ahora que la ilusión y el optimismo de estos últimos tiempos se tornan lentamente en desesperanza y decepción, ¿qué?

Y ahora, ¿qué?

3 comentarios:

  1. Ahora una de dos: resistir o haber muerto por nada.

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  2. La lucha debe continuar, resistir y luchar para ir de derrota en derrota hasta la gran victoria final. Y apoyar todo lo posible a nuestros hermanos árabes y musulmanes.

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  3. A corto plazo se ve muy negro. Siempre es bueno, pues queda la brasa de la que puede surgir un nuevo fuego en el futuro. Pero ahora mismo, con el poder represivo del Estado contra los manifestantes, parece difícil el derrocamiento de estos líderes y regímenes, más aún si Occidente no tiene especial interés en ello.
    ¿Libia? Tenemos y tendremos guerra civil, con o sin OTAN.
    ¿Marruecos? Creo que nos interesa su democratización, a todos los vecinos europeos. Entre presiones de nuestra comunidad y la de los propios ciudadanos marroquíes -con el riesgo para la monarquía de revueltas/reflejo de las del Mashriq- podría empujarse al alauí a avanzar por ese camino. Y modernizar el Estado acabando con la corrupción imperante. ¿No le interesará al propio Marruecos? Podría acabar convirtiéndose en Estado puntero del Magreb, contacto con Europa... esa Europa, en fin, que cada vez parece menos unida.

    Muy buen pensamiento, Antonio. Muchos andamos con ello en la cabeza, transitando de la emoción primera a la decepción actual.

    Saludos

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