sábado, 11 de diciembre de 2010

Sakineh Ashtianí

Durante unas horas, millones de ciudadanos de todo el planeta celebramos la supuesta liberación de Sakineh Ashtianí, la mujer iraní condenada a morir lapidada, tras ser declarada culpable de adulterio por los tribunales de su país. Según anunciaban las ediciones digitales de algunos diarios la noche del pasado jueves, el régimen totalitario de Teherán había dado un paso atrás en sus pretensiones criminales y excarcelaba, por fin, después de años de prisión, a quien se ha convertido en un símbolo mundial de la lucha contra la intolerancia, la barbarie y el fanatismo religioso y del combate a favor de la libertad sexual, los derechos humanos o la justicia. Víspera del Día Internacional de los Derechos Humanos, el panorama que se dibujaba era demasiado ideal para ser verdad. Al final, Internet nos devolvía a la cruda realidad y nos desmentía las primeras informaciones: Sakineh continúa en prisión y sobre ella sigue pendiendo la amenaza de la salvaje muerte a pedradas.

El viernes amaneció un poco más triste de lo normal. No había Día Internacional que celebrar. No es tan fácil doblegar a las dictaduras ni hacer recapacitar a sus dirigentes. Por mucho que nos empeñemos los habitantes de este globo terráqueo en el que vivimos y en el que tantas injusticias y tantas violaciones de los derechos se cometen a diario, por más que nuestra voluntad nos lleve a pedir la liberación de Sakineh, de Liu Xiaobo y de quienes, como ellos, están presos por el capricho de unos sistemas políticos opresivos, que se sostienen gracias al sometimiento y la represión de sus ciudadanos.

Desconozco el final que le espera a Sakineh Ashtianí, pero no quiero dejar de pensar en que esta mujer, cuyo rostro nos es ya tan familiar, a la que hemos hecho parte de nosotros, a la que hemos metido en nuestros corazones, será finalmente libre. Por una vez, la razón vencerá al despotismo, a la arbitrariedad. Como ha dicho el nuevo Premio Nobel de la Paz, al que China ha impedido recoger el galardón, "no hay fuerza capaz de poner fin a la búsqueda de la libertad".

1 comentario:

  1. Me apunto tu blog (:
    Teherán cediendo de su radicalismo totalitario??
    Aún queda tanto por hacer...

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