sábado, 11 de febrero de 2012

Regresión democrática

El fantasma de la reacción recorre España. Los corruptos campan a sus anchas, exhibiéndose sin pudor en todas partes, mostrando los frutos del despilfarro, del saqueo continuado de las arcas públicas, sabedores de su impunidad. El Tribunal Supremo firma una vergonzosa sentencia que ha convertido este 9 de febrero en una fecha negra para la historia de la Justicia en España. Baltasar Garzón, otrora adorado por la derecha extrema por ser el azote del felipismo, es desterrado de la judicatura con el aplauso unánime de los antaño aduladores. El Consejo General del Poder Judicial declara intolerable las críticas al fallo, olvidando seguramente que en este país la libertad de expresión, el derecho a la crítica y a la discrepancia forman parte de la cotidianidad democrática. El flamante ministro del ramo, Alberto Ruiz-Gallardón -algún día el Grupo Prisa quizás explique a la ciudadanía su empeño de años en presentarnos al cachorro de Don Manuel como el miembro más destacado del sector progresista del Partido Popular- anuncia sin rubor una reforma legal que nos retrotrae a los primeros años de la democracia. Los miembros del Gobierno en su totalidad se escandalizan por las burlas -de mejor o peor gusto, allá cada cual con su valoración- lanzadas contra nuestros deportistas en un canal de televisión francés, cuando nunca, estando en la oposición, se molestaron en reprender a los jinetes del apocalipsis, tan dados al insulto y al mamporro verbal en los medios de comunicación afines. Y para rematar la faena, hoy, 10 de febrero, nos regalan una serie de cambios en el mercado laboral que echan por tierra años de lucha y de conquistas sociales, con la burda excusa de la crisis económica. 

4 comentarios:

  1. Nada que decir, estamos retrocediendo a marchas forzadas, minuto a minuto, a los tiempos más sombríos del franquismo.

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  2. Es lo que hay, si creyera en conspiraciones diría que esta crisis del sistema se ha acelerado y provocado para facilitar el triunfo de las derechas (por derecho); pero como creo más en la memez opino que la cascarilla de libertad que cubre a la mayoría de los ciudadanos de este llamado primer mundo no es más que eso, una falsa apariencia, las ideas de libertad y progreso en ealidad solo han sido asumidas por una minúscula minoría. El resto vota e impone este sistema que nos lleva al abismo.
    FM

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  3. 29 de marzo de 2012. En Euskadi ya hay convocatoria de huelga general, como siempre, marcada por la desunión sindical. ¿Qué haremos los trabajadores vascos?¿Protestaremos a pesar de la incapacidad corporativista del sindicalismo vasco?¿O sucumbiremos a la desidia que nos causa dicha desunión, casi más aún que los retrocesos de las reiteradas e inútiles reformas laborales?

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  4. Rebelión social ya!! Que devuelvan el poder al pueblo! Estos hijos de puta han dado vía libre a los empresarios de este país para despedir a mansalva y a las multinacionales a la deslocalización de servicios para incrementar beneficios sin tributar mas que un miserable 1% en España. No entienden que la mentalidad del empresario español (y el sueldo del obrero) no son iguales a la del resto de Europa. Solo hay que ver el numero tan increíble de casos de corrupción en este país que es realmente lo que degrada la marca España. Aquí las empresas de fuera que vengan, no va a ser para crear empleo, sino para trincar a mansalva e impunemente. Mi empresa tiene beneficios de millones de Euros y factura en Irlanda y Luxemburgo para no tributar, a demás de externalizar servicios a empresas mediocres de telemarketing, que tratan a los trabajadores como pollos de granja, además de ser tan prescindibles como ellos y recientemente, con la carta blanca abierta por la reforma laboral, se están cepillando trabajadores a base de deslocalizar servicios al país vecino (mas precariedad laboral aun, pero se la bufa)casi gratis a base de plantear una movilidad geográfica. Lo peor de todo esto, es que los sindicatos no es que no se movilicen, sino que apoyan a la empresa, desinforman a los empleados y sacan beneficio con cada despido efectuado. Algo huele a podrido en Dinamarca...

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