Hace unos días recibí la llamada de un vecino de Burguillos del Cerro, provincia de Badajoz. Según me contó aquel desconocido, identificado como Manuel Lima Díaz, en el listado que figura en Consejo de guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la posguerra (1939-1945), que escribí y publiqué con Mirta Núñez Díaz-Balart en 1997, aparecen dos vecinos de su pueblo, ejecutados en septiembre de 1939 en las tapias del Cementerio madrileño del Este, hoy de La Almudena. Quería saber si conocía más detalles de aquellas muertes o si tenía conocimiento del expediente judicial que contemplaba su caso. Y me habla de una compañía, integrada por burguillanos, que, hecha prisionera, fue pasada por las armas en la Sierra de Madrid.
Desde hace siete años, Manuel Lima trata de documentar la brutal represión desatada tras la toma de su localidad por las tropas golpistas. Al parecer, en aquel entonces Burguillos era una población de unos 6.000 vecinos, de los que 500 fueron asesinados por el nuevo orden (¡uno de cada doce!). Y Manuel Lima me dice también que hace muy poco tiempo han conseguido abrir una fosa, en el cercano Salvatierra de los Barros, en la que hallaron los cadáveres de cuatro fusilados.
A pesar de los años transcurridos desde la muerte del dictador, el estudio de la represión franquista transcurre muy lentamente, gracias exclusivamente al empeño de las familias de las víctimas y el esfuerzo voluntarioso de investigadores que, como Manuel Lima, continúan topándose con numerosas dificultades para desarrollar su trabajo, como si todavía hubiese demasiada gente empeñada en que no se conozca lo sucedido en aquellos oscuros años. Lamentablemente, queda todavía demasiado tiempo para que veamos concluido el mapa de la violencia ejercida contra los ciudadanos por el régimen salido de la victoria militar de 1939.
No hay comentarios:
Publicar un comentario