miércoles, 15 de septiembre de 2010

Jan Hendrix


Al igual que aquellos naturalistas -como Joachin Jungius, John Ray o Carlos Linneo- que recorrieron el mundo para observar, estudiar, clasificar y dibujar todas las variedades de plantas que encontraban en sus expediciones, para que el resto de los mortales tuviera conocimiento de ellas, el holandés Jan Hendrix (Maasbree, 1949) ha viajado por diferentes lugares para completar su personal cartografía de la naturaleza, aunque no con fines científicos y sí artísticos. 

En el entorno que le rodea ha encontrado la fuente de inspiración. Contempla y toma nota de unas formas vegetales que recrea a posteriori en sus creaciones, ya sean intervenciones arquitectónicas, esmaltes, metales recortados, dibujos o grabados. Los motivos de sus obras nos son familiares: hojas, troncos o ramas que, en unos casos, refleja con la exactitud del botánico pero que, en general, convierte en composiciones abstractas creadas a partir de los detalles, de los fragmentos, de convertir una pequeña parte -que muchas veces nos cuesta identificar- en el todo.

Hendrix, que nos reconcilia con la naturaleza a través de la belleza, regresa a Madrid con una nueva serie -Work Done #1-, que se podrá ver en la galería La Caja Negra, en la que ya ha expuesto con anterioridad, desde el 16 de septiembre.

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