(Cristino de Vera, Madrid, 2009)
El estudio de un artista plástico es un espacio sagrado. Un templo en el que se rinde culto a la belleza. El laboratorio en el que tiene lugar una de las más maravillosas experiencias alquímicas: la transmutación del espíritu del creador en obra de arte. Allí es donde la nada adquiere forma. Quizás estas circunstancias expliquen por sí solas la curiosidad y el interés que los talleres de pintores, escultores y artesanos han despertado siempre. Quien penetra en ellos quisiera descubrir dónde se esconde la magia, dónde habitan las musas que inspiran el arte.
La fotografía nos ha brindado la oportunidad de conocer el lugar en el que Rodin modelaba el mármol, las paredes entre las que Picasso convivía con su propio genio, la habitación en la que el atormentado Giacometti concebía algunas de las esculturas más extraordinarias de todos los tiempos, el universo en el que Rothko se enfrentaba al vacío o la ventana por la que Morandi y los objetos que formaban parte de sus bodegones recibían la luz del exterior.
En los últimos años, el fotógrafo canario Nacho González Oramas ha ido profanando, con su cámara, los recintos mágicos de un total de sesenta artistas de las Islas. Todos ellos abrieron sus puertas y permitieron que este inquieto profesional se adentrara en sus territorios creativos, en su intimidad, y los inmortalizara en compañía de sus útiles de trabajo: caballetes, telas, paletas, pinceles, botes de pintura, fuego... Cada uno de ellos frente al objetivo y junto a la soledad con la que, a diario, conviven y que les es tan necesaria para concebir y dar a luz cada pieza.
Gracias a Nacho González sabemos algo más de los secretos que tan celosamente han guardado Cristino de Vera, Martín Chirino, Felo Monzón, César Manrique, Pedro González, Juan Bordes, Miguel Panadero o José Antonio García Álvarez. La serie de instantáneas, que ha reunido bajo el título genérico de Espacios de creación, se expondrá durante un mes -del 23 de septiembre al 23 de octubre- en la sede de la Fundación Canaria Mapfre Guanarteme (La Laguna, Tenerife). Arte al desnudo, sin artificios.
En los últimos años, el fotógrafo canario Nacho González Oramas ha ido profanando, con su cámara, los recintos mágicos de un total de sesenta artistas de las Islas. Todos ellos abrieron sus puertas y permitieron que este inquieto profesional se adentrara en sus territorios creativos, en su intimidad, y los inmortalizara en compañía de sus útiles de trabajo: caballetes, telas, paletas, pinceles, botes de pintura, fuego... Cada uno de ellos frente al objetivo y junto a la soledad con la que, a diario, conviven y que les es tan necesaria para concebir y dar a luz cada pieza.
Gracias a Nacho González sabemos algo más de los secretos que tan celosamente han guardado Cristino de Vera, Martín Chirino, Felo Monzón, César Manrique, Pedro González, Juan Bordes, Miguel Panadero o José Antonio García Álvarez. La serie de instantáneas, que ha reunido bajo el título genérico de Espacios de creación, se expondrá durante un mes -del 23 de septiembre al 23 de octubre- en la sede de la Fundación Canaria Mapfre Guanarteme (La Laguna, Tenerife). Arte al desnudo, sin artificios.
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