lunes, 25 de octubre de 2010

Agdaym Izik

Marruecos seguirá ocupando ilegítimamente el Sáhara Occidental y explotando sus recursos naturales con el silencio cómplice, cuando no el apoyo explícito, de las potencias occidentales, entre ellas España. La ONU continuará sin dar solución al referéndum de autodeterminación al que una vez se comprometió con la población de la antigua colonia española, mayormente exiliada en territorio argelino desde hace más de tres décadas. Y mientras unos se empeñan en convertir la cuestión saharaui en uno de esos conflictos olvidados que ya no están presentes en las agendas gubernamentales y a los que los medios de comunicación aluden muy de vez en cuando, un pueblo se muestra terco, expresa su rebeldía y se resiste a ser víctima del abandono y la omisión, mientras espera el ansiado momento de decidir su propia suerte y alcanzar la independencia.

Aminetu Haidar demostró al mundo que cuando se defiende una causa justa se puede doblegar la voluntad de los gobiernos aunque la lucha sea individual. Ahora son muchos miles los que, en las proximidades de El Aaiún ocupado, se rebelan contra la opresión y gritan desde el campamento de Agdaym Izik sus ansias de libertad. Esta nueva protesta pacífica cuenta ya con su primera víctima mortal, el joven Nayem el Gareh -ese muchacho de ojos llorosos y labios apretados de la fotografía-,  asesinado por el Ejército marroquí. Y mientras Rabat trata de justificar la muerte de un inocente e impide a la prensa internacional viajar a la zona, Trinidad Jiménez calla, como antes calló Moratinos y mucho antes otros muchos ministros de Asuntos Exteriores españoles al tiempo que Marruecos pisoteaba los derechos humanos.

Y en momentos como ahora, queda también suscribir el optimismo de Pepe Taboada, uno de los nombres históricos de la solidaridad con el pueblo saharaui, al que ha dedicado los últimos treinta años de su vida, cuando, convencido, afirma: "hoy, más que nunca, estamos ganando". Seguro que sí, Pepe.

1 comentario:

  1. Siempre me ha asombrado la capacidad de lucha de este pueblo, ya que no cuenta con nada. esto seguirá así por los siglos de los siglos, excepto si se encuentra alguna riqueza en el desierto y los americanos lo apoyaran. esta es otra colonia que España dejó para el garete.

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