Por boca de su presidenta, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, FAPE, acaba de pedir a los medios de comunicación que dejen de acudir a las ruedas de prensa en las que no se aceptan preguntas. Esta curiosa solicitud no pasaría de mera anécdota si no fuera porque este tipo de comparecencias, en las que los profesionales de la información son invitados a participar en una representación en la que su papel se circunscribe al de meros figurantes o, peor aún, en la que son reducidos a la condición de las grabadoras o las cámaras con las que trabajan, se ha convertido en la norma habitual cuando los convocantes temen que pueda aparecer alguna cuestión incómoda. En este sentido, el Partido Popular -aunque no es la única formación que impone límites a quienes contempla como enemigos naturales- es la fuerza política que más abusa de esta práctica, empeñado como está en ocultar todo lo relativo a la mancha de corrupción que persigue a muchos de sus dirigentes en toda España.
Nunca será tarde para devolver al periodismo las herramientas con las que cumple con su verdadera esencia, para que los periodistas inquieran, indaguen y traten de encontrar la verdad de los hechos a partir de un ejercicio libre de su profesión. En caso contrario estaremos asistiendo a la consolidación del periodismo de cartón piedra. Está por ver el esfuerzo que los reporteros realicen para cumplir la petición de FAPE y boicotear estas convocatorias que desvirtúan su función. Y el empeño que pondrán sus jefes, directores y editores, obligados en muchos casos a sacrificar sus intereses empresariales e ideológicos en favor de una información veraz y contrastada.
"Jaté". Siempre he pensado que los peridistas saben más que lo que dicen: callan lo que realmente saben. Por prurito, por prudencia, por bondad... Lo que diferencia la libertad de las otras cosas es que puedas elegir si callas o no. Cuando te imponen la obligación, se acabó tu libertad. Por una malentendida, a mi juicio, imparcialidad, raramente cuando dan una nota nos dicen si pudieron trabajar con libertad o si meramente son eco de otra nota, quizá desafinada, y confundiendo unas con otras se confunde aún más la realidad, para ganancia de pescadores. La prensa sigue siendo un importante poder por eso es una pena que malgaste su fuerza, muchas veces, en informaciones vanales, en eso que dicen periodismo de visceras y basura y muchas veces olvide aquello de formar informando.
ResponderEliminarLos propios empresarios periodísticos quieren a periodistas que vayan a la rueda de prensa de turno y que no hagan preguntas. No quieren interpretación, sólo quieren camioneros de la información, gente que se limite a abrir y cerrar comillas porque el titular ya lo pone el redactor jefe antes de que salga a la calle.
ResponderEliminarEl panorama no pinta bien para esta profesión a juzgar por el comportamiento general. Ruedas de prensa donde no se admiten preguntas y ruedas de prensa donde sí se admiten y no se hacen para luego decir que las ruedas de prensa no sirven para nada. Evidentemente que no podemos convertir la rueda de prensa en el único vehículo en el que sacar noticias, pero de ahí a decir que no valen para nada como se oye decir a algunos periodistas. Que se lo digan a Guardiola. ¿Valen o no valen? Pues como todo en esta vida, depende, depende... Depende de quién pregunte, depende de quién responde...
SM
Sería maravilloso que no acudiera nadie a esas ruedas de prensa, aunque a veces los periodistas hacen buenas preguntas y nadie les responde y otras veces, ni les preguntan. Lo bueno es que se tome conciencia de la labor de los periodistas y de que no sea una profesión que puede realizar cualquiera.
ResponderEliminarQuerido Antonio, quiero decirte que estoy de tu lado porque a los dos nos persigue un mismo fantasma desde que en la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de Madrid nuestros profesores nos insistieron en que los hechos son sagrados y las opiniones libres: nos creímos que podiamos hacer información, interpretarla y opinar. Hicimos de la libertad de expresión nuestro lema y aprendimos a distinguirla del derecho a la información. No obstante, al día de hoy, todo eso ha cambiado pero no porque los tiempos son diferentes sino porque esa realidad que nos pintaron cuando éramos estudiantes nunca ha existido. Tú, como yo, conoces muy bien de donde salio el periodismo y como la información general vino de la mano de las empresas que se crearon tal efecto. A partir de ahí, los periodistas no tenemos tanto protagonismo. No somos estrellas. Y si así lo pensamos, pues bueno, la vanidad es patrominio de la humanidad.
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