Pintadas, carteles, anuncios, prospectos... da igual. En apenas unas pocas líneas se descubren descuidos y, con ellos, equívocos, inexactitudes y erratas que quedan para el recuerdo y que ponen en evidencia a sus responsables. Ya Luis Carandell, periodista y escritor notable, dejó constancia, hace algunos años, de estos gazapos públicos que, habitualmente, pasan desapercibidos pero que, con un poco de atención, retratan a quien no ha tenido cuidado a la hora de dirigirse a sus semejantes por algún motivo peregrino. Una letra que baila, un género que no encuentra su correspondencia, un error garrafal que clama al cielo, una pifia achacable a los duendes de las imprentas. En definitiva, ejemplos que quedan ahí para regocijo de todos.
Para no pasar por el arco, ¿se ha de tener marcapasos e ir acompañado por una señora embarazada? ¿Y si uno lleva colocado un marcapasos pero no una embarazada a mano? Menudo engorro.
Y el artista latino que interpreta tamaños éxitos, ¿aspirará la hache u olvidará su pronunciación?
¿Acaso son manchegos el dueño y la perdiz? ¿Qué habrá aprobado el ave? Eso sí, nada antes de las cinco de la tarde....
Y como ejemplos, otros botones:
Vaya, el último cartel ademdrenta. Me pensaré si entrar o no. Uno, que está todo el día "on fire"
ResponderEliminar