De aquel campo de reclusión, en el que los internos vivieron en condiciones de hacinamiento e insalubridad, y en el que muchos perdieron la vida, no queda ningún rastro. El único recuerdo de aquella ignominia, del sufrimiento de aquellas familias gitanas, es un pequeño monumento, a pie de carretera, en el trayecto entre las pequeñas localidades de L´Albaron y Saint-Gilles, a muy pocos kilómetros de las turísticas Arles o Nîmes. Nada más. En él se representa una figura humana que, guitarra en mano, parece salir a través de dos grandes trozos de muro, alcanzando la libertad. En la base de la escultura, una placa en la que se lee:
“Campo de gitanos de Saliers
Junio 1942-Agosto 1944
Aquí bajo la autoridad del régimen de Vichy fueron internados 700 nómadas”
Muy interesante nota, te felicito por el blog (un pequeño consejo, pone el color de las letras con un gris, ya que leer tanto blanco sobre fondo negro es cansador para la vista) , por lo demas, vuelvo a felicitarte!
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