domingo, 6 de junio de 2010

Saliers (Camargue)

En la desembocadura del Ródano se localiza uno de los parques naturales más bellos de Francia: La Camarga. Sus grandes y llanas extensiones, salpicadas de marismas, salinas, estanques o arrozales, en las que se crían afamadas razas autóctonas de caballos y toros, son visitadas anualmente por miles de turistas y aficionados a las corridas. Ese bello paraje, tan admirado hoy en día, fue testigo, en los años centrales de la IIª Guerra Mundial, de un odioso episodio: el internamiento de centenares de gitanos en el Campo de Saliers, por decisión del régimen colaboracionista de Vichy, que con tanto ahínco contribuyó a la persecución de los “enemigos” del nazismo.

De aquel campo de reclusión, en el que los internos vivieron en condiciones de hacinamiento e insalubridad, y en el que muchos perdieron la vida, no queda ningún rastro. El único recuerdo de aquella ignominia, del sufrimiento de aquellas familias gitanas, es un pequeño monumento, a pie de carretera, en el trayecto entre las pequeñas localidades de L´Albaron y Saint-Gilles, a muy pocos kilómetros de las turísticas Arles o Nîmes. Nada más. En él se representa una figura humana que, guitarra en mano, parece salir a través de dos grandes trozos de muro, alcanzando la libertad. En la base de la escultura, una placa en la que se lee:

“Campo de gitanos de Saliers

Junio 1942-Agosto 1944

Aquí bajo la autoridad del régimen de Vichy fueron internados 700 nómadas”

1 comentario:

  1. Muy interesante nota, te felicito por el blog (un pequeño consejo, pone el color de las letras con un gris, ya que leer tanto blanco sobre fondo negro es cansador para la vista) , por lo demas, vuelvo a felicitarte!

    ResponderEliminar