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jueves, 27 de septiembre de 2012

La buena ciudadanía

(@www.noticias.starmedia.com)
La derecha extrema tiene la feísima costumbre -históricamente nefasta y repugnante, como se ha podido constatar en otras épocas- de categorizar a los ciudadanos. Basta con que no coincida la acción gubernamental con el sentir popular para que nos encontremos, de la noche a la mañana, en uno de los estancos clasificatorios fijados por la autoridad. Ya nos pasó a una gran número de españoles cuando nos manifestamos reiteradamente contra la injusta e ilegal guerra contra Irak, que el entonces presidente del Gobierno Aznar abrazó con el entusiasmo que testimonió una ya inolvidable foto en la que aparecía junto a Bush y Blair con gesto sonriente y cabellera despeinada. A juicio del señor Aznar (y de sus ministros de entonces, claro está), quienes salimos a las calles masivamente no eramos patriotas y, por tanto, debíamos ser considerados españoles de segunda.

Ahora, la distinción la establece el actual presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, al que las protestas del 25-S han pillado -imaginemos por un instante que casualmente- fuera de España. Y desde la distancia no ha tenido una ocurrencia mejor que proclamar su "reconocimiento a la mayoría que no sale en las portadas" y referirse a los que se quedaron en casa o en el trabajo como a buenos ciudadanos, marcando una línea con los que decidieron salir a la calle y hacer efectivo su derecho constitucional a manifestarse contra los recortes, los mercados y el desprestigio de la clase política, entre otras razones.

Hace muy mal quien hace este tipo de distinciones entre la ciudadanía, cuando debería actuar y hablar como presidente de todos porque, al final, somos todos -o casi todos- los que venimos sufriendo esta maldita crisis que parece no querer abandonarnos.

lunes, 28 de mayo de 2012

Esperanza Aguirre (2)

Desconozco si Esperanza Aguirre  vio por televisión la final de Copa del Rey (a la que ABC añade en su portada del pasado sábado, en su campaña contra el presunto separatismo o quizás por si había dudas, "de España") que ella misma se había encargado de calentar días antes con sus inoportunas y oportunistas declaraciones. De lo que no me cabe duda, si damos por cierta la sabiduría popular, es que este fin de semana habrá tenido un dolor de oídos de campeonato, porque debieron de pitarle de lo lindo durante el partido de fútbol. Conseguir que se suspendiera el encuentro, no lo logró, pero sí -y tiene su mérito- que la pitada al himno (al que La Gaceta dedicó una portada el viernes que es para que Carlos Dávila se lo haga ver) fuera más sonada que la de 2009, que las aficiones le dedicaran más de una pancarta y que, en los momentos en que el balón circulaba por zonas de escaso peligro, 50.000 gargantas se acordaran de ella y, lo que es peor, de su madre, que no tiene culpa de nada, claro está.

Será difícil que a estas alturas cambie -sus buenos réditos electorales le ha dado siempre su espontaneidad-, pero después de lo ocurrido estos días y de lo bochornoso de su actuación, a lo mejor a partir de ahora mide algo más el alcance de sus palabras y ejerce con la responsabilidad que se le presupone por el cargo que ocupa. Pero será difícil. A pocos personajes públicos les gusta más un micrófono que a la señora Aguirre.   


sábado, 11 de febrero de 2012

Regresión democrática

El fantasma de la reacción recorre España. Los corruptos campan a sus anchas, exhibiéndose sin pudor en todas partes, mostrando los frutos del despilfarro, del saqueo continuado de las arcas públicas, sabedores de su impunidad. El Tribunal Supremo firma una vergonzosa sentencia que ha convertido este 9 de febrero en una fecha negra para la historia de la Justicia en España. Baltasar Garzón, otrora adorado por la derecha extrema por ser el azote del felipismo, es desterrado de la judicatura con el aplauso unánime de los antaño aduladores. El Consejo General del Poder Judicial declara intolerable las críticas al fallo, olvidando seguramente que en este país la libertad de expresión, el derecho a la crítica y a la discrepancia forman parte de la cotidianidad democrática. El flamante ministro del ramo, Alberto Ruiz-Gallardón -algún día el Grupo Prisa quizás explique a la ciudadanía su empeño de años en presentarnos al cachorro de Don Manuel como el miembro más destacado del sector progresista del Partido Popular- anuncia sin rubor una reforma legal que nos retrotrae a los primeros años de la democracia. Los miembros del Gobierno en su totalidad se escandalizan por las burlas -de mejor o peor gusto, allá cada cual con su valoración- lanzadas contra nuestros deportistas en un canal de televisión francés, cuando nunca, estando en la oposición, se molestaron en reprender a los jinetes del apocalipsis, tan dados al insulto y al mamporro verbal en los medios de comunicación afines. Y para rematar la faena, hoy, 10 de febrero, nos regalan una serie de cambios en el mercado laboral que echan por tierra años de lucha y de conquistas sociales, con la burda excusa de la crisis económica. 

jueves, 25 de agosto de 2011

De Madrid, al cielo

(@EFE)
Toda vez que...

...Benedicto XVI ya no está entre nosotros...
...la JMJ 2011 es, por suerte, cosa del pasado...
...la capital ha dejado de ser un parque temático travestida de blanco y amarillo...
...el Retiro es, de nuevo, territorio libre de confesiones y pecados (aunque menos)...
...las autoridades regresan a los mercados y olvidan su actitud de meapilas...
...el laicismo continúa siendo una utopía en este país...
...la policía nos recuerda que, porra en mano, no hay quien pueda con ella...
...la Cibeles recupera su condición de lugar de encuentro de madridistas (últimamente cada vez menos) después de serlo, por unos días, de seminaristas, monjas, kikos, peregrinos y gente de todo pelaje...
...Rouco Varela ha recuperado la sonrisa, aunque no las vocaciones perdidas...
...la patronal continúa la búsqueda de los millones de euros de la visita papal...
...la aspavientosa se regocija de que en su Comunidad haya estado Su Santidad...
...Gallardón ha tenido una visión privilegiada del recorrido del papamóvil...

...a lo mejor es el momento de proclamar con razón, como vienen haciendo los más castizos, que "De Madrid, al cielo"...


domingo, 1 de mayo de 2011

Una voz necesaria

(@www.vanguardia.com.mx)
Ha muerto Ernesto Sabato. Se ha ido una voz necesaria, imprescindible. Decimos adiós a una de esas personalidades cuyo compromiso vital hace en muchas ocasiones de faro de las sociedades e impide que éstas y sus ciudadanos enfermen. Él nos recordó que al final del túnel siempre hay luz por muy oscuro que nos parezca, nos avisó de que los héroes están demasiado cerca de las tumbas cuando no en ellas, nos llamó la atención sobre la fragilidad de la condición humana y, sobre todo, nos alertó de la naturaleza de los exterminadores, de los genocidas, tan de moda en estos tiempos en que los criminales campan a sus anchas en Siria, Yemen, Marruecos o Libia, como antes lo hicieron en su Argentina natal, en Uruguay, en Paraguay o en España. Contra ellos nos hizo expresar toda nuestra rabia, que también era la suya.

Como ha dicho su familia en el comunicado en el que ha hecho pública su muerte, Ernesto Sábato no les pertenecía solo a ellos, sino a todos nosotros. Como antes ocurrió con gente como José Saramago, Naguib Mahfuz o Francisco Ayala. Nos queda su magnífica obra, pero también el recuerdo de ese simple mortal, de ese tierno desamparado, como una vez él mismo describió a Don Quijote. Quizás tenía mucho del personaje de Cervantes, como lo tienen quienes están convencidos de que estamos sobre la faz de la tierra para luchar por la justicia y por el prójimo.