Luego, va por bibliotecas, escuelas, centros de cultura, cárceles, teatros, universidades, plazas o parques contándolos al público y recuperando esos momentos mágicos, tan comunes en otros tiempos, en los que un narrador reunía en torno a una historia a familiares, vecinos o simples transeúntes. Y para los que no tenemos la oportunidad de escucharla en directo, ha ido reuniendo esos relatos en cuidados volúmenes. Hasta ahora ha publicado Libro de monstruos españoles y Libro de brujas españolas, gracias a los que, además de pasar un muy buen rato, cogemos cariño a esas figuras mitológicas y legendarias a las que la factoría Disney ha dejado en tan mal lugar. ¡Son tan deliciosas las brujas de nuestros mayores!
Y como un pequeño regalo veraniego, acaba de editar La asombrosa y verdadera historia de un ratón llamado Pérez, el mismo al que cuando pequeños dejábamos bajo la almohada el diente de leche que se nos había caído y en cuyo lugar aparecía, por la mañana, una moneda. Y pensar que nos la quieren cambiar -como otras tantas tradiciones- por la de Tooth Fairy... ¡Ni hablar!

Antonio, enhorabuena por el artículo. La verdad es que voy a ir a comprar el libro. Tiene muy buena pinta. Un ejemplo más de que no debemos darle la espalda a las tradiciones, al mismo tiempo tampoco debemos malinterpretarlas...
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