miércoles, 4 de enero de 2012

De Pepe Botella a Ana Botella

La verdad es que lo más fácil sería jugar a establecer las similitudes y diferencias entre las dos Botellas más famosas de la historia de España, la de José Bonaparte, hermano de Napoleón y rey postizo en tiempos del más ferviente patriotismo bélico, y la de Ana, reciente regidora madrileña y esposa del tercero en discordia en la famosa foto de las Azores. Seguramente nos lo pasaríamos muy bien fijando en qué se parecen ambos y en qué  se distinguen, como si del Trivial se tratara. En realidad, lo que me llama la atención - y al mismo tiempo me escandaliza- es aquello en lo que no se parecen en nada ambos mandatarios. Esto es, en el papanatismo religioso que caracteriza a una y del que el otro no hizo ninguna gala, preocupado como estaba en el contenido alcohólico del vidrio.

Por suerte, no tuve que sufrir esa ceremonia que transformó la plaza madrileña de Colón en un Valle de los Caídos de mentirijillas gracias a una impetuosa e imponente cruz. A lo mejor ya estaba cerrada la cita con Rouco Varela antes de que Alberto diera la alternativa a su teniente. Seguro. Pero ha sido ella la que celebró gustosa la ceremonia en territorio capitalino, después de otra ceremonia, la de su toma de posesión, que daría para más de un post.

En definitiva, que con la Iglesia seguimos topando y que, si nadie lo remedia, y no lo parece, continuaremos haciéndolo por mucho tiempo.

martes, 3 de enero de 2012

Público, necesario

El concurso voluntario de acreedores presentado por la editora del diario Público es un mal presagio, además de una malísima noticia. Para sus trabajadores. Para sus lectores. Para la izquierda. Para nuestra democracia. Me quedo con las palabras de su director, el tercero en la corta historia del periódico, Jesús Maraña, quien reiteraba los principios fundacionales de la joven cabecera, en lo que parecía más una sentida despedida que una exposición de las causas que han llevado a esta drástica situación: "Quería ser un diario sinceramente progresista, defensor de una España plural y moderna y respetuoso con sus distintas culturas, aspiraciones y lenguas, que sirviera como herramienta de conocimiento y como plataforma de debate de ideas a una izquierda también plural que siempre ha reivindicado la importancia de lo público y la defensa del Estado del bienestar y de las capas más débiles de la sociedad". 

Todo tiene tan mala pinta, que no sabemos, en estos momentos, si en los próximos días volveremos a encontrarnos con Público en los quioscos. Una lástima, ya digo, para quienes creemos que España necesita voces críticas, que nuestro país clama por portavoces de un pensamiento que se aleje del maldito neoliberalismo que nos ha traído hasta la orilla en la que nos estamos ahogando, que la ciudadanía no puede quedarse exclusivamente con los representantes de la derecha extrema que vociferan a diario desde el papel, las ondas y una TDT tan sospechosa como vomitiva. 

¡Qué poca esperanza para quienes defendemos un periodismo de izquierdas que proclame la vigencia de valores como la solidaridad, la igualdad o el laicismo, hoy tan lejanos! 

lunes, 21 de noviembre de 2011

El exilio del corazón



Baste hoy, 21 de noviembre de 2011, una frase extraída de El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, y cuya paternidad hay que atribuir a Alberto Aguirre, activista e intelectual colombiano exiliado en España durante unos meses para evitar ser asesinado por los escuadrones de la muerte:

"Hay un exilio peor que el de las fronteras: es el exilio del corazón".

jueves, 17 de noviembre de 2011

Las ambigüedades de Rajoy

De la amplia entrevista que publica El País con quien parece que será el próximo presidente del Gobierno de España, dos cosas me quedan meridianamente claras. Primera, Mariano Rajoy es un político cuyo territorio de acción preferido es el de la ambigüedad, la indefinición, la vaguedad, la escasa claridad. Resulta imposible adivinar, a partir de las respuestas que da a Javier Moreno, no ya el alcance del programa electoral del Partido Popular, sino las propias medidas que va a adoptar si, como parece, gana el 20-N. Salvo que su estrategia sea que no nos enteremos de nada hasta el 21-N y que a partir de ese día nos vayamos preparando para lo que pueda venir. O que juegue al despiste, algo que, en los tiempos que corren, con los mercados al acecho, no parece que sea lo más apropiado ni decente. O que ejerza de gallego y que cada uno entienda lo que quiera.

Segunda, que su política estará basada en un único verbo, que podremos conjugar como queramos, pero que, en ningún caso, cambiará de significado: recortar. Dependencia, desempleo, sanidad, educación, cultura... son ámbitos destinados a sufrir los tijeretazos -él los llama ajustes y además los justifica porque se amparan en decisiones de instancias superiores- que se avecinan.

Y, claro, como ya advierte para los más crédulos que no tiene "varita mágica", pues las sensaciones que al final quedan son la desconfianza y el escepticismo, pero nunca la tranquilidad o la seguridad que él tanto reitera y en las que ha basado un programa de medidas que, a estas alturas, aún desconocemos.  

martes, 15 de noviembre de 2011

De Rubalcaba y los mercados

(@www.vueltadehoja.com)
En uno de esos fragmentos televisivos que los partidos políticos ceden graciosamente a las cadenas de televisión para facilitar la libertad de expresión y el derecho a la información de la ciudadanía, el candidato Rubalcaba, el mismo al que auguran una debacle histórica de las que no se olvidan fácilmente, reclamaba el voto de la audiencia (¿por qué todas esas imágenes líbremente cedidas se parecen tanto, con las banderitas ondeando al viento y el fervor popular desbordado a raudales, que uno ya no sabe si está en Logroño, La Gomera o Cáceres?). Empleaba el siguiente argumento, no sé si con el objetivo de convencer a las masas o de disuadirlas de que acudieran a las urnas en unos días: "el domingo 20 no votan los mercados". Y tenía razón el futuro jefe de la oposición.

Lo que no dijo es que a los mercados, esos extraños e indefinidos entes con los que se vienen abriendo los telediarios y las portadas de los diarios desde hace meses pero a los que no tenemos el gusto de conocer,  les da lo mismo votar, porque de todos modos mandan, pervierten la democracia (¿acaso Monti y Papademos han salido de las urnas? Pregunten a los pueblos de Italia y Grecia) y socavan la voluntad popular. No sé si esta aclaración de Alfredo Pérez le restaría algún voto y por eso la silenció. Pero podía haberla aportado, por aquello de ofrecer más elementos de juicio a los votantes. Rajoy la ha obviado en sus mítines -también generosamente ofrecidos a las televisiones- porque debe tener muy claro a quién debe obedecer a partir de la madrugada del 21. ¿Para qué romperse la cabeza cuando todo está meridianamente claro?


jueves, 10 de noviembre de 2011

Las ferocidades de la caverna

Se pregunta Iñaki Gabilondo, en el prólogo de Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna, de José María Izquierdo, qué peso tienen en el pensamiento del Partido Popular los vociferantes periodistas que, alineados en el extremo diestro, llevan años ridiculizando y humillando, desde sus tribunas mediáticas, a todo aquel que no coincide con sus ideas, alimentando con sus exabruptos el odio y la mentira, tergiversando, con sus insinuaciones, la realidad, saltándose a la torera los elementales principios de la deontología profesional... Lamentablemente, los últimos acontecimientos protagonizados por miembros del PP le dan la razón y confirman que estos profetas incendiarios capaces de escribir o pronunciar mil ferocidades forman parte de "la galería de héroes de la familia" popular.

Ahí está, dando ejemplo, Fernando Autrán, coordinador de Circulación del Ayuntamiento de Madrid, que empleaba Twitter para remedar a "estos bizarros representantes mediáticos de la grosería y el insulto", como los califica Izquierdo. La prensa ha informado que su jefe, Alberto Ruiz-Gallardón, lo ha destituido de forma fulminante al conocer sus andanzas en la Red. Lo curioso es que la afición de Autrán viene de lejos y no de hace unos días. Otra candidata a engrosar la lista de Izquierdo en una segunda edición de la feroz antología es la ocurrente Francisca Pol, ahora dimitida, que también utilizó Internet, esta vez Facebook, para difundir un fotomontaje de muy mal gusto de Carme Chacón.

¿Casualidad? La respuesta, a partir del 20-N, una fecha casualmente extrema.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Ágora 15


"Tiempo terrible, tiempo apasionante, que pretendemos abordar activos, vivos, entregados a la digna labor del periodismo, profesión que hoy tantos convierten en vergonzante". Tiempo en el que se han puesto en solfa las instituciones democráticas, los valores, las costumbres y hasta el mismísimo sistema. Y es en este convulso momento histórico en el que tratará de hacerse un hueco en los quioscos -algo nada fácil- una nueva publicación, Ágora 15, periódico mensual que aspira a convertirse en el referente informativo de la Sierra de Guadarrama (Madrid), que sueña con devolver a la ciudadanía parte del espacio perdido, que propugna la defensa de lo público desde la trinchera de la indignación, desde una posición claramente de izquierdas.

Detrás de esta aventura se encuentra un luchador inagotable, un agitador de conciencias incansable que, como ya hiciera en otras épocas, especialmente desde el ámbito cultural, no se resigna a la inacción, al aletargamiento generalizado: Víctor Claudín, al que muchos recordarán por su gestión al frente de la Sala Elígeme o el Teatro Alfil y que, recientemente, formó parte de ese fiasco periodístico que fue La Voz de la Calle.

Detrás de Ágora 15 no hay ningún grupo empresarial o político, tan solo el entusiasmo de unos pocos ciudadanos comprometidos que han puesto en juego sus ahorros porque creen en el proyecto, en la idea. La aventura, iniciada en este mes de noviembre, se antoja compleja y muy arriesgada. El tiempo -el mismo tiempo agitado en el que nace- dictará sentencia. ¡Mucha suerte a sus impulsores!