Hace algunas semanas dediqué una entrada a Juan Carlos Ibarra, después de su paso por un foro en Badajoz. Entonces me referí a su demagogia tecnológica, sustentada mayormente en la idea de que Internet nos permite el acceso, a golpe de clic, a millones de obras de creación, sin necesidad de pagar a los autores de esos libros, canciones, películas o videojuegos descargados, dado que, por encima del derecho de los trabajadores de la cultura a ser retribuidos por su trabajo, está el supuesto acceso universal al conocimiento, una red libre y neutral y la mayor de las libertades de expresión. La simpleza argumental empleada entonces, unida a ciertas gotas de populismo facilón, reaparece, pero esta vez por escrito, en un artículo aparecido en el diario El País.
Las ideas esgrimidas por el expresidente extremeño son, como digo, pocas y de un simplismo insultante. Y en ellas insiste. De un lado están los buenos, esto es, los jóvenes internautas que contribuyen, navegando y descargando a su antojo, al avance tecnológico y el progreso de la Humanidad, así, en mayúsculas. Del otro están los malos, esto es, los creadores, la industria y las entidades de gestión, que se limitan a reclamar lo que es suyo, es decir, una justa retribución por el trabajo creativo realizado y descargado impunemente a través de las ADSL, en lo que no es más que un claro ejercicio de saqueo. Y entre medias está este señor, deslumbrado por la luz de las pantallas de ordenador, haciendo gala de una ingenuidad extraordinaria -o quizás de una mayúscula malicia- cuando olvida a quienes se están forrando de lo lindo con el esfuerzo ajeno, llámense operadoras de telefonía, TIC o páginas de enlaces.
Y hay quien ha calificado alguno de sus artículos de padrenuestro [sic] de la realidad. ¡Válgame dios!
Completamente de acuerdo en todo. En su recorrido político, Ibarra fue un paladín de la demagogia, algo en lo que redunda ahora desde su posición de defensor del todo gratis. La propiedad intelectual, tipo de información especializada, al igual que la relacionada con la salud, por poner un ejemplo, merece un debate. Todo el mundo está de acuerdo y es algo que hace más firme el sistema democrático, pero desde la pedagogía, no desde la demagogia. Sólo de ese modo podremos avanzar y este señor por mucho que quiera apoyarse en los jóvenes internautas -para él, Internet no vale para las personas de avanzada edad (mi madre cuenta con 67 años y pasa horas todos los días en la Red)- está más para una película de Cine de Barrio que para Matrix.
ResponderEliminarSM
La demagogia de Ibarra se asienta, como dices, en la ignorancia. La ignorancia de quien ha buscado en Wikipedia qué es Spotify, pero no parece estar familiarizado en absoluto con el programa, asegurando alegremente que “si iTunes o Spotify hubieran tenido que pedir permiso no estarían donde están”. El Señor Ibarra no sabe que Spotify sí tiene el permiso de los autores para lucrarse de sus obras, a los que paga como parte importante del proyecto (como a los proveedores del alojamiento o al capital humano), utilizando la publicidad para financiar su proyecto, al igual que tantos negocios legales en la red. En el lado opuesto, nos encontramos plataformas como Megavideo, cuyo modelo de negocio se basa en ese aceptado saqueo del contenido y el enriquecimiento desorbitado de su admirado administrador, Kim Schmitz, quien se forra con grandes ingresos por publicidad y esa mínima inversión. Y es que estos aplaudidos piratas son los verdaderos obstáculos para que otros negocios como Spotify o iTunes salgan adelante.
ResponderEliminarComo hemos comprobado en los comentarios a tu post sobre la mal llamada “ley” antidescargas, es complicado encontrar un sitio en la Red en el que poder opinar sin que los insultos y las mentiras te quiten las ganas de decir lo que piensas, de explicar que nada es blanco o negro. Entiendo que la propia evolución de Internet ha sido, en cierta manera, agresiva por su rapidez y durante mucho tiempo inabarcable por sus inmensas posibilidades, pero yo sí creo que ha llegado el momento de tomarse la Red en serio, y ello implica regular lo que en ella se mueve. Y no precisamente para proteger una "Red libre", sino para empezar a contruirla.
Ana Galera
No estoy de acuerdo en casi nada de lo que dices.
ResponderEliminar1.-Cuando tu dices "justa retribución" a que te refieres a los 25€ que cuesta un disco de musica de 60 minutos en el mejor de los casos? Creo que los autores, industria y entidades de cobro han sido unos abusadores, y te recuerdo que el ciudadano español no tiene tanta capacidad economica. Por no decirte las subvenciones que hay a la industria. Y son ya multiples los escandalos que se han sabido sobre la industria.
2.-Esto es uno de los favores que zp debe a la industria que no a los españoles. Por lo tanto, debería ser el partido socialista quien lo pague(y no digo el popular porque a este no le ayuudaron).
3.-Esto no deja de ser demagogia por parte de los autores, señores que tienen una abultada cuenta bancaria, que gracias a los desmanes de estos años han conseguido aumentar su patrimonio, gracias a la ilusion de muchos españoles entre los que me incluyo.
Por lo tanto, Antonio eres igual de demagogo y poco profundo que ibarra.
Francisco del Olmo.